13 de marzo de 2010

Entre sábanas


Aquella noche fue algo extraña, aquella noche en la que volvimos a estar tú y yo aún no he llegado a entenderla.

Por un momento volvimos a sentirnos, volvimos a encontrarnos con la luz apagada, entre estrellas. Tu piel volvió a tocarse con la mía, y tus manos empezaban a recorrer un camino que ya conocían, un camino por el que ya antes habían pasado, les era familiar, lo recordaban, y ahora volvían a encontrarlo y disfrutar con él.

Yo seguía inmóvil, no podía reaccionar a lo que estaba pasando, ¿era aquello real o solo uno más de mis sueños? ¿Qué pasaba? ¿Qué debía hacer? ¿Volvíamos a tenernos, o solo te apetecía pasar un rato conmigo? Debía estar disfrutando del momento, de nuestro momento, pero por mi mente solo pasaban preguntas, interrogantes que no sabía responder y me paralizaban.

Pero eso a ti no te frenaba, tú seguías con tu objetivo, tus manos seguían recorriendo mi cuerpo sin detenerse, jugabas con mi pelo, lo enredabas entre tus dedos. Luego bajabas poco a poco, con tus manos marcabas el camino que recorría todo mi cuerpo, y por un instante te detuviste en mi boca para acariciar mis labios, casi fue un instante imperceptible, pero sirvió para hacerme estremecer, era el momento de dar el siguiente paso, pero mi cuerpo no me respondía, seguía inmóvil junto a ti dejándose querer. Podía notar cada uno de tus movimientos, cada una de tus caricias. Y decidiste que era el momento de jugar bajo mi ropa, tus manos ahora recorrían mi cuerpo al desnudo...

No entendía nada, pero aquella noche volvíamos a estar tú y yo entre sábanas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario