17 de julio de 2011

Por eso ojalá hubiese...


Una nunca debe sentirse estúpida por las innumerables idioteces que haya hecho por otra persona. Aunque yo ahora mismo me siento la más ingenua de todas al haber temido ser yo misma sin más.

Me he dejado llevar por las situaciones, he sido impulsiva como siempre, pero mi ser pasional siempre se quedó callado y sus hazañas se llevaron a cabo en la más estricta intimidad. Nunca fui capaz de hacértelo saber.

Ojalá hubiese tenido el valor de contarte que quería hacer las mayores locuras contigo.
Ojalá hubiese hecho lo que realmente necesitaba, robarte las ganas, enfadarte, cantarte, decirte, sonreírte, morderte, llevarte, traerte, proponerte todo aquello que no se puede, aquello que solo se quiere.
Ojalá hubiese sido la definición de imprevisibilidad que siempre llevo conmigo.

No sé si entenderás todo esto. Mientras lo intentas, recuerda mis ojos, ellos sabían decirte todo lo que yo no podía y mi cuerpo no hacía. Entiendo que necesito lo que ya no puedo, que solo quiero que sepas que yo sé y no quiero así, entiende que yo así no puedo. Solo pido quieras saber quién soy para yo poder decirte quién sé que eres.

Se remueve cada milímetro de lo que se dice vida, se remueve en silencio esperando que tú le des salida.

Te quiero llevar lejos y que solo escuches mis movimientos. Que mis palabras sean tu primera y última imagen. Quiero llevarte y que sepas de los mil sabores que buscan en tu injusta ausencia.

Se que no soy la que llevas en tu mente. Solo llego a ser tal vez, la imagen externa de aquella que no fue capaz y sonríe inventando el coraje para no alcanzar lo que teme y sabe que es. Porque soy todo aquello que se muere para que sepas que quiere ser real solo por ti. Soy todo aquello que no sabes de mí.

Por eso guardo las canciones, las lágrimas, porque soy de hierro y en mi autosuficiencia busco tu mano.
Por eso necesito aislarme contigo en medio de todos y así aprender a ser una segunda piel.
Por eso quiero escuchar lo que de mí hablan, para así sonreír frente a ti y volver a hacerlo.
Por eso no tengo miedo de ser tal y como soy. Solo tal vez, de que tú nunca lo sepas.

Ojalá hubiese sido la definición de imprevisibilidad que siempre llevo conmigo.