4 de enero de 2010

"La llama eterna"


La llama eterna es algo que se presupone que durará para siempre, pero ésta llama tiene a su guardián, siempre hay alguien que la vigila, la cuida e intenta que nada ni nadie interrumpa su destino.

Podríamos intentar comparar el amor con esa llama eterna, aunque tampoco es tan eterno como aparenta, el amor no es un sentimiento que aparezca y que sea imposible que desaparezca. El amor hacia una persona se conserva si se cuida, se mima, si la persona a la que va dirigido lo compensa, si entre los dos se consigue que crezca, que no se consuma.

Yo puedo hacer que mi amor sea como esa llama eterna, pero tendrías que ayudarme a cuidarlo, si lo dejo de lado, si no hacemos nada por él, no puedo asegurarte que cuando lo quieras aún esté, no puedo asegurarte que no desaparezca.

1 de enero de 2010

Año nuevo... ¿vida nueva?


Ya tenemos aquí el nuevo año, y con él, como siempre, los propósitos que todos nos hacemos con la mejor intención del mundo minutos antes de empezar las campanadas (aunque la mayoría de veces nunca nos acaben llegando a febrero). Para mí el año pasado tuvo bastantes momentos muy nefastos, algunos más bonitos, muy bonitos y algún que otro espectacular. Y visto lo visto, después de hacer todo el repaso de lo que he vivido, he decidido que es mejor pensar que "the best is always yet to come". Tal vez este nuevo año seguiré con mi obsesión de escaparme a éste otro mundo, seguir con esa necesidad de escapar de la realidad, de cambiarla al contarla, de narrarla de una forma tan abstracta y tan poética, e incomprensible a veces, como para que el lector no acabe de entender muy bien de lo que hablo. Pero de todas formas hay una cosa que si tengo clara en la vida, y es que: tus amigos pueden ayudarte, tus amantes te pueden animar, tu familia puede darte cierto sentido de pertenencia a algo; pero lo que tú mismo no hagas por ti, no lo hará nadie más. Así que este 2010 será un año maravilloso en tanto que yo me ponga las pilas para que lo sea, y si no... de qué.