18 de mayo de 2010

¿nuestra vida o nuestras vidas?


Cuando te des cuenta de que realmente lo que quieres es estar conmigo, entonces será cuando nos pongamos a valorar todos los obstáculos que tendríamos y que acabaríamos superando, pero no al revés, no mires ni pienses en los obstáculos que tendríamos o que tenemos, y por ello deduzcas que no quieres estar conmigo.

Tú y yo sabemos que lo que realmente deseas es poder estar a mi lado. Tú y yo sabemos, porque en el fondo tú también lo sabes, que lo que te pasa es que te da miedo reconocerlo, te da miedo sentir algo por mí, llevarlo hacia delante y construir algo sólido y serio conmigo. ¿Por qué te da miedo?

Deja que salga eso que sientes y que intentas esconder, podríamos tener una vida muy bonita juntas, pero así, así lo único que conseguimos son dos vidas mediocres llenas de conformismos.

1 de mayo de 2010

Quiero llegar a odiarte


Podría decir por qué te quiero, enumerar esas cosas que nadie sabe apreciar pero que a mí me encantan. Pero no soy idiota, todos sabemos perfectamente que no quieres saber esos porqués, que preferirías no saber ni siquiera, qué es lo que siento hacia ti. Así que, con tu permiso, te diré todo lo que quiero odiar de ti…

Quiero odiar tu forma de mirarme, y esa manera en que me tratas cuando estamos a solas.
Quiero odiar tu mirada, y esos ojos marrones que me encantan.

Quiero odiar tu personalidad, y esa forma de hablar cuando te enfadas.
Quiero odiar tus manos, y esos labios que me cuesta tanto olvidar.

Quiero odiar tu voz, y esa forma de caminar cuando vas con prisa.
Quiero odiar tu pelo, y esos pequeños defectos que me encantan.

Quiero odiar tantas cosas de ti, que en resumen, quiero odiarte para no amarte.

13 de marzo de 2010

Entre sábanas


Aquella noche fue algo extraña, aquella noche en la que volvimos a estar tú y yo aún no he llegado a entenderla.

Por un momento volvimos a sentirnos, volvimos a encontrarnos con la luz apagada, entre estrellas. Tu piel volvió a tocarse con la mía, y tus manos empezaban a recorrer un camino que ya conocían, un camino por el que ya antes habían pasado, les era familiar, lo recordaban, y ahora volvían a encontrarlo y disfrutar con él.

Yo seguía inmóvil, no podía reaccionar a lo que estaba pasando, ¿era aquello real o solo uno más de mis sueños? ¿Qué pasaba? ¿Qué debía hacer? ¿Volvíamos a tenernos, o solo te apetecía pasar un rato conmigo? Debía estar disfrutando del momento, de nuestro momento, pero por mi mente solo pasaban preguntas, interrogantes que no sabía responder y me paralizaban.

Pero eso a ti no te frenaba, tú seguías con tu objetivo, tus manos seguían recorriendo mi cuerpo sin detenerse, jugabas con mi pelo, lo enredabas entre tus dedos. Luego bajabas poco a poco, con tus manos marcabas el camino que recorría todo mi cuerpo, y por un instante te detuviste en mi boca para acariciar mis labios, casi fue un instante imperceptible, pero sirvió para hacerme estremecer, era el momento de dar el siguiente paso, pero mi cuerpo no me respondía, seguía inmóvil junto a ti dejándose querer. Podía notar cada uno de tus movimientos, cada una de tus caricias. Y decidiste que era el momento de jugar bajo mi ropa, tus manos ahora recorrían mi cuerpo al desnudo...

No entendía nada, pero aquella noche volvíamos a estar tú y yo entre sábanas.

28 de febrero de 2010

Cuéntame...


Cuéntame tus penas, tus temores y alegrías, tus más profundos deseos, tus más grandes mentiras. Cuéntame lo que a otros no puedes contar. Cuéntame lo que a ti misma te quisieras contar...

Cuéntame que estás enamorada, que eres feliz. Cuéntame que lo has vivido todo, que lo has vivido sin mí. Que has visto más cosas de las que un día pensante. Que no regresarás al tiempo, que estás bien así...

Cuéntame también que a veces te sientes sola, que no hay nadie a tu lado, y nadie vendrá a ti. Cuéntame que en las noches extrañas mis abrazos, o que en lo más profundo de ti, me prefieres a mí...

Cuéntame que la tristeza te hace compañía y que tú te conformas, que te quedas tranquila. Cuéntame que a veces no puedes y explotas, o que la vida es tan dura, que no quisieras otra...

Cuéntame que te es muy difícil aceptar la verdad, decirte a ti misma, que no volveremos jamás. Cuéntame que hay veces en las que te arrepientes y quisieras volver, regresar y no equivocarte más...

Cuéntame ¿alguna vez te has puesto a pensar en todas esas cosas que algún día dejaste atrás? ¿Pensaste que lo eterno alguna vez podría acabar? ¿Te levantaste, te caíste, y luego ya no podías más?

Cuéntame que ha pasado tanto tiempo, que simplemente ya no hay cómo recordar. Que me miras de lejos y no alcanzas una caricia, un beso que no puedes olvidar...

Cuéntame que te sientes sola, que nadie nunca te podrá acompañar. Cuéntame que has perdido la esperanza, y que tu ilusión se ha terminado de acabar...

Cuéntame... ¿qué te parece la soledad? ¿te sienta bien? ¿o es algo que no puedes soportar? ¿acaso te acostumbraste? ¿pudiste llenar aquel vacío gigante que te toca llevar?

Cuéntame que cada vez que pasas bajo la sombra del árbol aquel, te sientas, lloras y recuerdas. En tus sueños me imaginas, no me puedes olvidar...

4 de enero de 2010

"La llama eterna"


La llama eterna es algo que se presupone que durará para siempre, pero ésta llama tiene a su guardián, siempre hay alguien que la vigila, la cuida e intenta que nada ni nadie interrumpa su destino.

Podríamos intentar comparar el amor con esa llama eterna, aunque tampoco es tan eterno como aparenta, el amor no es un sentimiento que aparezca y que sea imposible que desaparezca. El amor hacia una persona se conserva si se cuida, se mima, si la persona a la que va dirigido lo compensa, si entre los dos se consigue que crezca, que no se consuma.

Yo puedo hacer que mi amor sea como esa llama eterna, pero tendrías que ayudarme a cuidarlo, si lo dejo de lado, si no hacemos nada por él, no puedo asegurarte que cuando lo quieras aún esté, no puedo asegurarte que no desaparezca.

1 de enero de 2010

Año nuevo... ¿vida nueva?


Ya tenemos aquí el nuevo año, y con él, como siempre, los propósitos que todos nos hacemos con la mejor intención del mundo minutos antes de empezar las campanadas (aunque la mayoría de veces nunca nos acaben llegando a febrero). Para mí el año pasado tuvo bastantes momentos muy nefastos, algunos más bonitos, muy bonitos y algún que otro espectacular. Y visto lo visto, después de hacer todo el repaso de lo que he vivido, he decidido que es mejor pensar que "the best is always yet to come". Tal vez este nuevo año seguiré con mi obsesión de escaparme a éste otro mundo, seguir con esa necesidad de escapar de la realidad, de cambiarla al contarla, de narrarla de una forma tan abstracta y tan poética, e incomprensible a veces, como para que el lector no acabe de entender muy bien de lo que hablo. Pero de todas formas hay una cosa que si tengo clara en la vida, y es que: tus amigos pueden ayudarte, tus amantes te pueden animar, tu familia puede darte cierto sentido de pertenencia a algo; pero lo que tú mismo no hagas por ti, no lo hará nadie más. Así que este 2010 será un año maravilloso en tanto que yo me ponga las pilas para que lo sea, y si no... de qué.